Acontinuación un extracto del Catecismo Católico Cristiano:
“Chilenos, hermanos, no nos dejemos burlar con bellas promesas. Nosotros hemos sido colonos, y nuestras provincias han sido colonias y factorías miserables: se ha dicho que no; pero esta infame calidad no se borra con bellas palabras, sino con la igualdad perfecta de privilegios, derechos y prerrogativas. Por un procedimiento malvado y de eterna injusticia, el mando ,la autoridad, los honores y las rentas han sido patrimonio de los españoles. Los americanos han sido excluidos de los estímulos que excitan la virtud y han sido condenados al trabajo de las minas y a vivir como esclavos encorvados bajo el yugo de sus déspotas y gobernadores extraños.
La metrópoli ha hecho el comercio de monopolio y ha prohibido que los extranjeros vengan a vender o vengan a comprar a nuestros puertos y que nosotros podamos negociar en los suyos, y con esta prohibición de eterna iniquidad y de eterna injusticia nos ha reducido a la más espantosa miseria.
La metrópoli manda todos los años bandadas de españoles que vienen a devorar nuestras sustancias y a tratarnos con una intolerancia y una altanería insoportables; bandadas de gobernadores ignorantes, codiciosos, ladrones, injustos, bárbaros, vengativos, que hacen sus depredaciones sin freno y sin temor, porque los recursos judiciales son dificultosísimos, ya que los patrocinan sus paisanos; porque el supremo gobierno dista tres mil leguas y allí tienen sus parientes y protectores que los defienden y participan de sus robos, y porque ellos son españoles y nosotros americanos.
La metrópoli nos carga diariamente de gabelas, impuestos, derechos y contribuciones sin número, que acaban de arruinar nuestras fortunas.
La metrópoli no quiere que tengamos manufacturas, ni aún viñas, y que todo se lo compremos a precios exorbitantes y escandalosos que nos arruinan. Toda la legislación de la metrópoli es un beneficio de ella y en ruina y degradación de las Américas. Todas las disposiciones del gobierno superior tienen por objeto único llevarse el dinero de las Américas y dejarnos desnudos, a tiempo que nos abandona en el caos de guerra.
La metrópoli ha querido que vayamos a buscar justicia y a solicitar empleos a la distancia de más de tres mil leguas para que en la corte seamos robados y saqueados con una impudicia y un descaro escandalosos. Los empleados españoles viene pobrísimos a las Américas y salen ricos y poderosos: nosotros vamos ricos a la península y volvemos desplomados y sin un cuarto. ¿Cómo se hacen estos milagros? Todos los sabemos.
La metrópoli abandona a los pueblos de América a la más espantosa ignorancia, no cuida de su ilustración ni de los establecimientos útiles para su prosperidad.
Esto es un diseño, un pequeño rasgo de nuestros males y de nuestra miseria. No ha sido obra de dos o tres malvados que hayan abusado de su ministerio. Este ha sido el sistema seguido invariablemente por la nación y el gobierno. Nuestros padres y abuelos conquistaron estos reinos a sus expensas, con su sangre, su dinero y sus armas.
Todos fueron aventureros que creyeron dejarnos una herencia pingüe y magnífica; pero en lugar de ella, sólo hemos hallado cadenas, vejaciones y privaciones forjadas por el interés de la metrópoli y por el poder arbitrario.
Tales han sido nuestros destinos y nuestras gracias, americanos”.
Por José Amor de la Patria
Práctico: Realiza un análisis del texto, usando como categorias el aspecto social, económico y político, el cual deberás enviar por correo al profesor.
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